Buscar la originalidad, encontrar algo novedoso para decir en danza, ha sido el camino que la aguja de la brújula artística del Ballet Lizt Alfonso Dance Cuba ha marcado desde sus inicios. Por supuesto, escoltados siempre por algo fundamental en la vida con lo que se obtienen resultados: talento y disciplina, bases de cualquier éxito…
Otra característica del Ballet Lizt Alfonso Dance Cuba: la mezcla de lo clásico español, el flamenco y la fusión de ritmos cubanos, incluyendo el folclor, pero de manera tal que es imposible ver las “costuras” en la unión de unos con otros, y la manera de interpretarlos. Desde el principio, la agrupación fue original, lo que equivaldría a decir: distinto. El tiempo ha pasado y ella (Lizt), escoltada de una agrupación consolidada y profesional, demuestran ante cada salida que existe algo fundamental en la vida para lograr objetivos superiores: el tesón, la fuerza y ese amor que nace en lo profundo para guiar todo cuanto se haga hacia los óptimos resultados. La conjugación de todos esos elementos esculpe al Lizt Alfonso Dance Cuba.
Suma folclor, ballet, danza, baile popular, y por supuesto español. Pero importante es subrayar que no han pasado en estado “puro”, sino a partir de un tratamiento creativo que no desvirtúa lo esencial: el espíritu popular que los anima. Un eclecticismo de la danza, unido por algo fundamental y que impresiona en esta compañía: el nivel técnico de sus integrantes.
Treinta años se asoman ya a la compañía. Lejos está aquel día de octubre de 1991 cuando, por primera vez, aparecía sobre las tablas el Ballet Lizt Alfonso, actualmente el Ballet Lizt Alfonso Dance Cuba. Fue una función especial, una hendija pequeña por la que fue creciendo el monumental conjunto que ha dejado su huella de cubanía por el mundo. Desde entonces han pisado Canadá, Estados Unidos, México, Venezuela, Colombia, Martinica, Puerto Rico, España, Bélgica, Francia, Holanda, Alemania, Egipto, Sudáfrica, Qatar, Bahréin, Nueva Zelandia, China… En Todos esos lugares han dejado una estela de emoción, alegría, fuerza y pasión que marca lo cubano, y esa suma de ritmos, música y baile que en su tropa vuelve a renacer con aires nuevos.
En el tiempo, Ballet Lizt Alfonso Dance Cuba ha compartido la escena con prestigiosas agrupaciones y personalidades como el Ballet Nacional de Cuba, el Ballet del teatro la Scala de Milán, el Conjunto Folclórico Nacional, el Buenavista Social Club, la Opera de Cuba, el grupo musical español Ojos de Brujo, la cantante Omara Portuondo, los pianistas Frank Fernández y Chucho Valdés y el primer bailarín Carlos Acosta, entre muchos otros… Entre los muchos títulos regalados en estas casi tres décadas de incesante labor se pueden anotar: ¡Viva la Fiesta! (1993), Al-Andalus: de gitanas y duende (1995), Sinceramente, FGL (1997), Elementos (2002), Alas (2006), Vida (2007), Amigas (2008), Cuba vibra (2015)…y muchos más.