¿Quién lo recibirá?
Tania y Cesar. Tania es suiza, Cesar es cubano.
¿Dónde?
En el Vedado.
¿Cómo?
Tania y César le dan la bienvenida a su casa, donde viven con sus hijos.
El alma de la casa
Si esta casa fuera una persona… sería como el tercer hijo de Tania. Tania es muy cariñosa y amable con sus huéspedes. Su objetivo es que todos se sientan «como en casa». Cada día, Tania y César disfrutan de su felicidad en la Casa Viceversa. Reina una alegría que es deliciosamente contagiosa.
La decoración
En el aspecto arquitectónico, encontramos materiales en bruto como el hormigón y el hierro forjado de estilo industrial. En cuanto a la decoración, descubrimos la elegancia de las lámparas de araña y los muebles antiguos de los años 30 y 50. Cada mueble tiene una historia que contar, ya que todos han sido seleccionados a lo largo de los años, especialmente durante los dos años de reconstrucción de la casa.
Historia de un encuentro
«Este proyecto dio un vuelco a nuestras vidas, es un proyecto familiar: ¡dejar París por La Habana!”
La palabra Viceversa habla de la historia de la casa, de los contrastes y de la unión. Tania y César compraron primero la parte delantera, después tuvieron la oportunidad de comprar la parte trasera que data de 1929 y que se unió a la primera antes de la revolución cubana.
Para Tania y César «Viceversa significa reciprocidad, pero también en un sentido más filosófico, un juego de polaridades».
La mejor hora
¡El aperitivo! A Tania y César les encanta escuchar las historias de vida, aventuras y experiencias de sus huéspedes. Les gusta crear momentos especiales para compartir.
El lugar favorito
La terraza de la entrada y la terraza panorámica son los lugares favoritos de la pareja. Dos espacios que encarnan su hospitalidad.
La vida en un Castillo
A Tania le gusta contar que un día, al entrar en la sala y descubrir la inmensa y majestuosa lámpara de araña, un niño parisino exclamó: «¡Es como estar en un castillo!» ¡Un castillo moderno que es ultra amigable y acogedor!