La compañía de danza contemporánea Retazos fue fundada en 1987 por la bailarina y profesora de origen chileno, Isabel Bustos (Premio Nacional de Danza 2011), y resulta una expresión genuina de la fusión de varias manifestaciones artísticas. Hoy es una suerte de laboratorio de ideas, de encuentros de diferentes artistas, no solo de la danza, sino también de la música, la fotografía y de las artes plásticas.
Isabel Bustos, además de dirigir la compañía, tomar ensayos, impartir clases, organizar talleres —y por si fuera poco varios encuentros, entre otros el Festival Internacional Danza en Paisajes Urbanos. Habana Vieja: ciudad en movimiento—, es la coreógrafa principal de Retazos. Las obras de su repertorio están repletas de metáforas, lirismo, rica visualidad… Y sus ansias de exploración en el movimiento no se agotan como tampoco el ímpetu para continuar montando y remontando piezas.
En la parte metropolitana más antigua de la capital tiene no solamente su sede: Las Carolinas (teatro ubicado en la Amargura, No. 61 entre San Ignacio y Mercaderes, La Habana Vieja), sino el espacio creativo vital del grupo que fundara hace tres decenios en la capital. El entorno de la Habana Vieja, sus habitantes, cotidianidad y particularidades son inherentes a la rutina de Retazos y los disímiles proyectos que lleva a cabo de conjunto con Oficina del Historiador para —y con— la comunidad.
El trabajo del grupo se caracteriza por la combinación de la emoción, el sentimiento y las sensaciones. A partir del gesto natural y cotidiano, Bustos ha creado un lenguaje lírico e intimista que busca reflejar las disímiles contradicciones culturales y artísticas de su tiempo. Desde la más absoluta vanguardia técnica, la Compañía Retazos orienta su coreografía con un marcado acento sobre la plástica, hacia una singular proyección escénica de las Artes Visuales. Su labor en la calle y de promoción de la danza, lo distingue del resto de los colectivos cubanos. Sus obras representan una contundente crónica de la espiritualidad latinoamericana en una danza reflexiva, impredecible, legítima y sobre todo vital. Títulos como Mujeres, En Sueños, Solamente una vez, o más tarde sus espectáculos de gran formato como Naturaleza muerta con gallina blanca, o Las lunas de Lorca, son coreografías que ubicaron a Retazos en un punto alto de la danza en la Isla.