Es la casa de Konrad Marchegger, italiano, natural de las Dolomitas, por tanto, un montañés. Llegó a Cuba por primera vez en el año 2000, le gustó tanto la isla que decidió descubrirla entera e ir en busca de un lugar donde vivir con su esposa y construir su pequeño paraíso. Este lugar es el Hostal Casa Tuti y el Bar Tuti.
¿Dónde?
En Trinidad.
¿Cómo?
Konrad vive en familia con su esposa, su hija Valentina de 6 años y un gato.
Otro ritmo
Konrad decide dejar su “bella Italia”, porque para él “la vida se había convertido demasiado estresante en Europa” y sobre todo tuvo la sensación de “perder lo más preciado: el tiempo. Aquí en Cuba todo va en cámara lenta, las cosas se hacen con tranquilidad. Lo que no se hace hoy puede hacerse mañana, digo bien, tal vez mañana o pasado mañana”.
El alma de la casa
Konrad es arquitecto. Diseñó este proyecto y gestionó su construcción de principio a fin. En 3 años terminó el proyecto. “Y en Cuba construir no es tan fácil como en Europa”. Esta casa es completamente de la familia. Fue diseñada para acoger a las nuevas generaciones de la familia y ver crecer a su hija. «Es un remanso de paz, armonía y comodidad».
Comodidad
Konrad es exigente y su casa cuenta con todas las adaptaciones técnicas al estilo europeo: perfecto aislamiento térmico y acústico. «Es sin duda la única casa en Cuba equipada así”. Porque Konrad tiene un objetivo: disfrutar del confort europeo viviendo en el corazón de una ciudad cubana única en el mundo, Trinidad.
La hospitalidad
Como Konrad y su familia viven en la misma casa de hospedaje, están completamente a disposición de sus huéspedes. Su misión: hacerlos sentir cómodos y mimarlos desde el punto de vista culinario.
El momento preferido de Konrad
“Antes de la cena, con una copa de buen vino, conversar con nuestros clientes. Al atardecer, la temperatura se vuelve más cálida y se crea un ambiente hermoso que invita simplemente a saborear el momento. Nuestros huéspedes se han refrescado en sus habitaciones, se sienten descansados y listos para la velada, nos cuentan su día y, a veces, nos cuentan historias de sus vidas”.
El lugar favorito de Konrad
El patio. Nos sentamos en los sillones a la sombra de la sombrilla con su bar privado, sus juegos de mesa, una pequeña biblioteca compuesta de libros dejados por los viajeros. Es el momento de pedir un cóctel e instalarse en la frescura, a salvo del bullicio de la ciudad.
Experiencias de vida
Konrad nunca es tan feliz como cuando se encuentra con personajes. Además, tiene grandes recuerdos de las noches que pasó tratando de cambiar el mundo con algunos huéspedes como el manager de Pink Floyd, que resulta ser su banda favorita. Se ha hablado para que el manager organice un concierto… Konrad también pasó una velada con un Lord, degustando los mejores whiskies de la casa, mientras intercambiaba secretos sobre su vida. ¿Quién dijo que en Cuba solo se bebe ron?
Lugares recomendados por Konrad
La escalinata
Aunque Konrad prefiere quedarse en casa, le gusta ir allí «donde siempre hay músicos tocando por la noche, y en la tarde, otros ensayan y tocan las mismas canciones».
Artesanos y pintores
A Konrad le gusta ir a verlos a sus casas «siempre tienen algo que contar».