Solo pronunciar su nombre: María Eugenia Barrios, es convocar sinónimos que la escoltan siempre: amor, pasión, profesionalismo, cultura, talento, ansias de vivir/cantar, arte…, conjugados con una voz que aún nos deleita y hace sentir, piel adentro, extrañas sensaciones sonoras que despiertan sueños.
Cada 31 de mayo se tutean las memorias en los adentros de nuestra soprano María Eugenia Barrios, pues tocan a su puerta aquellos primeros pasos del largo camino iniciado con su graduación de Maestra Normalista, ese día, pero de 1959, cantando la salida de… Cecilia Valdés con la Banda Nacional de Conciertos, bajo la batuta del insigne maestro Gonzalo Roig. Un punto de partida glorioso para una jovencita, de 18 años, que amaba el canto lirico… Fue en el Anfiteatro de la Escuela Normal para Maestros de la Habana, y ante aquellos profesores de la banda, y con la presencia del maestro Roig –creador de la pieza lírica- y el público que colmó el anfiteatro, “me sentí en el Metropolitan o en la Scala…, tal era mi emoción”, comentó un día la artista.
El tiempo ha pasado, sin embargo, María Eugenia Barrios –quien estudió entre 1966/1972 en el Conservatorio Tchaikovski (Moscú) con la prestigiosa cantante y Profesora Emérita Nina Lbovna Dorleak-, sigue impertérrita en ese espacio del arte, adonde pocos llegan sobre las tablas. La destacada soprano, que cumplió en diciembre de 2020 su 80 aniversario, nunca ha dejado las tablas y nos sigue regalando, en los disímiles conciertos que ofrece, su indiscutible voz y carisma escénico. Es menester comentar que cada concierto ofrecido por la soprano nos entrega sorpresas y gratificaciones. En un primer lugar, por el repertorio, de una amplitud poco común, que nos permite, además, acercarnos a diversos estilos del arte vocal.
Amplia Galería de Personajes
Dentro del amplio repertorio construido en el tiempo, la célebre soprano lírica cubana María Eugenia Barrios -quien es, además, Licenciada en Arte Lírico y profesora de excelentes cantantes que han puesto en alto el nombre de Cuba en el mundo- ha marcado pautas, y dejado una inmensa estela de éxitos y una vasta galería de personajes que le siguen aún en las tablas, a pesar del tiempo… Ha cantado piezas de diferentes estilos: óperas, operetas, zarzuelas españolas, zarzuelas cubanas, y ha tenido el privilegio de interpretar los tres títulos fundamentales de Giacomo Puccini: Madame Butterfly, La Boheme y Tosca. Cualquiera de ellos es para ella un recuerdo de adoración. De Giuseppe Verdi, La Traviata e Il Trovatore; de Leoncaballo, Los Payasos. La Caballería Rusticana de Mascagni. Su debut en Madame Butterfly fue algo indeleblemente “hermoso en mi vida vocal. La japonesita me dio a conocer al público, ese que me acogió con generosidad y devoción inmensas. Nunca pensé que interpretando La Traviata iba a recibir tantos elogios y tan largas ovaciones”, señaló.
Otro desafío vocal y escénico fue la Santuzza de Caballería Rusticana, y difícil y retadora resultó la Longina, esa negra guantanamera de la bella y cubanísima obra del maestro Roberto Sánchez Ferrer sobre la pieza homónima de Alejo Carpentier. Tuvo, además, el honor de hacer su estreno mundial. Cuánto disfrutó la Leonora (Il Trovatore), la Georgetta (Il Tabarro), la Susanna (Il segreto di Susanna), Mimí, Tosca; qué decir de La Viuda Alegre, Adriana (Los Gavilanes), Ascensión (La del Manojo de Rosa), la Matilde (La Esclava), en fin, tantos personajes, difíciles todos, inolvidables siempre para la Diva lírica cubana.
A la altura de 61 años de aquella primera vez, la artista –quien ha mostrado su arte en Europa, América Latina y África- recuerda en sus palabras que en cada concierto trata de entregar algo de su vasto repertorio. Por eso, la privilegiada garganta de nuestra insigne soprano María Eugenia Barrios aborda disímiles piezas, referentes a los más reconocidos autores de todos los continentes y estilos: cubanos, rusos, alemanes, franceses, polacos…, que ha interpretado durante estos años de Vida Vocal Activa, y mucho han significado en su trayectoria artística, con sus inigualables interpretaciones. Esas en que vibra la cantante impoluta, pero también con fuerza, la actriz. Muy notable en esta ARTISTA, es que a sus cualidades vocales y a su dominio musical/estilístico, suma en el tiempo, el raro don de la expresividad escénica. Cada obra nos es ofrecida con un sentido teatral, expresivo, significante.
Mucho queda aún por decir de esta mujer que desafiando los años canta y nos hace vibrar de emoción con sus notas cálidas, virtuosas, salidas de lo más profundo del alma, la misma que en sus comienzos descubrió/profetizó el maestro Gonzalo Roig cuando dijo: “María Eugenia será una gran cantante, porque en ella vive esplendorosamente una artista natural y un gran temperamento apasionado por su arte”.
Premios
- Entre muchos otros ha recibido a lo largo de su amplia carrera artística:
- El Premio del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso
- Artista Emérito de la Unión Nacional de Escritores y Aristas de Cuba (UNEAC), premiada por Voz y Actuación en los personajes de Nedda de la Opera Los Payasos y Santuzza (Cavalleria Rusticana)
- Premio Cubadisco 2015
- La Réplica de la batuta del Maestro Guillermo Tomás (éste último sólo concedido a ella, hasta ahora, porque se otorga a Directores de Orquesta y Bandas importantes).