Oasis Artístico/Histórico
Existe en La Habana una institución singular ubicada en la calle 17 y E, El Vedado. Un oasis artístico e histórico que atrapará las retinas y la sensibilidad del espectador. Pues solo pasar el umbral de la puerta del Museo Nacional de Artes Decorativas, es comenzar un largo viaje por la Historia del Arte y dialogar con variadas culturas…
La hermosa edificación fue diseñada por los arquitectos franceses P. Virad y M. Destugue, especialistas de la Casa Jansen de París, y construida al estilo galo del siglo XVIII, con pisos trabajados en mármoles italianos. Y constituyó una de las residencias de María Luisa Gómez-Mena, más conocida como condesa de Revilla de Camargo. El 24 de julio de 1964 pasó a ser uno de los primeros museos creados por la Revolución, inaugurado por Marta Arjona, y cuyas palabras de apertura estuvieron a cargo de Alejo Carpentier.
La institución atesora más de 33 000 piezas de valor artístico/histórico que van desde variados objetos de las artes decorativas europeas y orientales del siglo XVI hasta nuestros días. Algunas de ellas procedentes de los reinados de Luis XV, Luis XVI, Napoleón III, piezas orientales de los siglos XVI al XX, así como manufacturas francesas de Sevres, París, Limoges, Chantilly, y de las inglesas Chelsea, Worcester… Aunque el grueso de la colección está centrado en los siglos XVIII y XIX.
Las artes decorativas, como su nombre lo indica, constituyen aquellas relacionadas con la ornamentación y el adorno. Comprenden muebles, obras de porcelana, cristalería, cerámica, orfebrería, elementos del vestuario, trabajos textiles, joyas, pieles, piezas de arte popular, entre otras.
UN VIAJE EN EL TIEMPO
Antes de entrar a la mansión construida hacia 1924, el espectador podrá disfrutar de los hermosos jardines que la rodean, donde se desbordan también elementos arquitectónicos y artísticos, pues están “sembrados” de esculturas del siglo XIX y otras de estilo neoclásico. Adentro, en las once salas, hay servido un “manjar” de estilos y épocas que la vista se podrá regodear con el buen gusto y la belleza. Entre los objetos más interesantes destacan el secretaire Luis XVI, construido por los maestros de la época Jean H. Rieseneer, ebanista, y Couthiere, broncista, mueble que perteneció a la reina María Antonieta, de Francia. Mientras que en las salas dedicadas a las lacas orientales y los biombos chinos de los siglos XVII, XVIII y XIX, se pueden subrayar algunos pertenecientes a la Dinastía Ming, manufacturados en 1575, en la región de Jiangxi, además de un gran paraban de Coromandel (siglo XVII)… Las porcelanas están representadas con piezas inglesas, alemanas y francesas, y también de Japón, China, y otras naciones que constituyen una muestra del amplio quehacer de quienes cultivan ese arte, y del fino sentido del detalle en la decoración. Elementos de plata, oro, bronce y marfil; monumentales pinturas de maestros como Jean Marc Nattier (1685-1766), Hubert Robert (1733-1808), y muchos más, se cuentan dentro de los valores exhibidos.
Por su belleza y armonía en la decoración se distingue el Salón Principal del Museo, con paredes recubiertas de boisseries, y ambientado en estilo Rococó, muestra diversos mobiliarios del estilo que ameniza el espacio y otros de Regencia y Transición. Allí se podrán disfrutar también conjuntos de biscuit (obras únicas de la manufactura de Sevres), y porcelanas de Meissen, vasos de porcelana china del período Qienlong (siglo XVIII). El vestíbulo, resulta un espacio singular en el que se muestran elementos de la amplia colección de muebles. Mientras que en el Salón Comedor, inspirado en el estilo Regencia, los mármoles italianos recubren las peredes, donde emerge un hermoso reloj con bronces atribuidos a Cafieri (hijo) y maquinaria realizada por Martinot, quien fuera relojero del rey Luis XV.
Se suman otros espacios dedicados al Neoclásico, con muebles de la época de Luis XVI, a la Manufactura Real de Sevres, así como el Salón Segundo Imperio recreado a la manera de este período francés (1852-1871). Butacas talladas a mano por el célebre ebanista inglés Thomas Chippendale (1709-1779), platería inglesa del XVIII al XX, vasos Médicis de Worcester, entre otras valiosas piezas deslumbrarán al público en el Salón Inglés, mientras que el Baño principal, constituye una habitación dedicada al estilo Art Deco. Hay mucho más de los estilos Art Nouveau, Art Deco, Ecléctico…, que podrá ser apreciado por quien decida acercarse a este tesoro artístico que tiene en cuenta también la contemporaneidad, pues muchas obras actuales de creadores manuales de muchas latitudes aparecen en algún momento en las dos salas transitorias del Museo para poder observar los diferentes caminos de las artes decorativas en estos tiempos.
